viernes, 18 de febrero de 2011

El regreso de Carmen Laforet y dos cuentos de infancia


Volvimos a tratar en esta última sesión de nuestro Club del tema de la infancia en dos de los tres cuentos leídos. En "Tinajilla", de Lauro Olmo, un narrador adulto rememora sus años escolares y las figuras de su compañero de clase, Sabañón, y de su hermano pequeño protagonista del cuento, Tinajilla, que debe su nombre al hecho de que su madre lo dejara solo dentro de una tinaja cuando se ausentaba. Encierro este que se mantuvo vigente hasta el día en que se rompió la tinaja como la cáscara de un polluelo. En este cuento se evoca la figura autoritaria y falta de humanidad del maestro, don Ramón, aunque en un tono indulgente y gracioso que el paso de los años le ha hecho adoptar al narrador. Además, destacamos en nuestra tertulia los conceptos de mutua protección y solidaridad entre los dos hermanos, Sabañón y Tinajilla, que pueden suponer un contrapunto de esperanza a la precariedad y la dureza del ambiente social en el que se desarrolla la historia. Aprovechamos para dar a conocer entre nuestros lectores la figura de Lauro Olmo, gran autor teatral con obras relevantes de la escena española del S. XX como La camisa o El cuarto poder, y que sufrió especialmente las restricciones de la censura franquista.

El segundo cuento de carácter infantil es el de Manuel Pilares, escritor y guionista cinematográfico prolífico en las pantallas de los años 50 y 60. En él se describe el trato cruel que tienen los compañeros de un niño gordo propietario de un balón, quien decide “suicidarlo” (al balón) tirándolo (desinflado, para que no sufra ni vuelva a él) por el Viaducto madrileño. El narrador presencia la escena y decide interponerse por temor a que sea el niño el objeto de suicidio. La escena y el cuento acaban con el niño que llora, sumido en un estado de zozobra y angustia, y todo un grupo de transeúntes que intentan consolarlo haciendo una colecta para comprarle un nuevo balón.

El último cuento que comentamos, "El regreso", de Carmen Laforet, narra la historia de la vuelta a casa de un padre de familia que abandona el manicomio donde ha estado ingresado durante los últimos dos años y donde, ya curado desde hace meses, ha recobrado la alegría de vivir libre de la pobreza y el hambre de la etapa anterior a su locura. Es un cuento perfectamente construido con un personaje de gran profundidad psicológica y un desenlace paradójico y desolador, como es la vuelta a casa el día de Navidad y el previsible retorno a la precariedad económica (se supone que la “señoras” de la beneficencia que han ayudado a su familia dejarán de hacerlo con el padre ya curado) y el más que probable desmoronamiento moral del protagonista, angustiado por el retorno a las antiguas y apremiantes responsabilidades como padre. Un cuento muy triste en el que nos reencontramos con el tema de la inadaptación de la persona con el mundo que le ha tocado vivir, un mundo tan duro como el descrito ya por la joven Laforet en su antológica obra Nada: mediocridad, oscuridad, precariedad, hambre..
Fue una ocasión para hablar de esta gran escritora, hacerla conocer a aquellos lectores que no la habían leído y aprovechar para que varias de su obras o su biografía recalaran en las casas de muchos de ellos.

viernes, 11 de febrero de 2011

Cita con Carmen Laforet, Manuel Pilares y Lauro Olmo


El próximo miércoles 16 de febrero, en el Instituto Cervantes de Toulouse, tendrá lugar la cuarta cita del año de nuestro Club de Lectura. Los cuentos que comentaremos serán:
  • El regreso, de Carmen Laforet
  • Ese niño gordo a quien sus padres compraron un balón, de Manuel Pilares
  • Tinajilla, de Lauro Olmo
¡Hasta el miércoles pues!

martes, 25 de enero de 2011

Encuentro con Sergi Pàmies en Toulouse


Fue un placer recibir ayer en el Instituto Cervantes de Toulouse a Sergi Pàmies para que nos hablara, con el título de "Brevedad y cuento", de su vocación literaria, de su obra y de su oficio de escritor de relatos. El autor catalán hizo las delicias del público con su franqueza, sus ocurrencias, las anécdotas de su vida y de sus cuentos, arrancando sonrisas, risas y carcajadas.

Pàmies explicó el resultado de creación del formato corto con un metáfora atlética: mientras que la novela sería parangonable a una carrera de fondo, con sus economía y gestión de esfuerzos y tiempos, bruscos y pausados; el cuento es una carrera a de 100 metros en el que no hay tiempo para el despiste o la pausa: el hilo narrativo debe ser explosivo, continuo, sostenido, con tensión, sin lugar al error en la acción, en el ritmo o en el vocabulario.

El autor explicó cómo su experiencia como periodista en el "adelgazamiento" de artículos le permite utilizar esta técnica en la relectura y afinamiento del cuento como producto final, resultado este tan liofilizado que muchas veces provoca la intervención del editor contra la anorexia textual del autor. Nos habló de su experiencia como "versionador" al castellano de sus cuentos originalmente escritos en catalán y de su labor como traductor de las obras de Amélie Nothomb también al castellano.

Nos narró las razones de la elección del catalán como lengua vehicular de su literatura en perfecta convivencia con el castellano familiar y el francés de su infancia escolar. Nos habló de su experiencia personal del oficio de escribir, sin exclusividad, sino como ocupación intermitente, interrumpida y/o enriquecida por las circunstancias familiares, periodísticas y traductoras. Su literatura está hecha, según sus palabras, del material que los escritores normalmente desechan: los personajes grises, vulgares, si alicientes, sin épica, que parecen atrapados en un mundo deshumanizado e implacable, y en el que viven con amargura, resignación o complacencia. Todo ello tratado con ternura, comicidad y crudeza.

Comentamos la buena salud que goza el cuento, género considerado menor que su hermana mayor, la novela. En el caso de la literatura catalana, autores como Calders, Rodoreda y muchos otros ilustran la práctica asidua de este formato y su considerable éxito entre los lectores de esta lengua. Este arraigo del cuento en catalán y, sobre todo, la práctica de este género por los grandes escritores latinoamericanos ha influido en que la edición de antologías de cuentos deje de ser un una apuesta arriesgada por parte de las editoriales españolas y vaya haciéndose un hueco importante entre los gustos lectores actuales.

Fue realmente un privilegio poder hablar de literatura y cuentos ayer con Sergi Pàmies.

lunes, 24 de enero de 2011

García Pavón, Ayesta y Clarimón: Infancia y vejez en el cuento de posguerra

Nuesta sesión empezó con un breve esbozo biográfico de los autores de los tres cuentos que habíamos leído para la ocasión.

Francisco García Pavón (1919-1989) fue finalista, con su primera novela Cerca de Oviedo, del Premio Nadal en 1945. Cultivo este género, así como el ensayo y la crítica teatral, destacando especialmente por sus relatos. Goza de un lugar preeminenete dentro de la historia de la novela negra española como creador del personaje de Plinio, Jefe de Policia Local de Tomelloso, mezclando lo detectivesco con elementos costumbristas y de crítica social hasta donde esos años de Franquismo le permitían.

El cuento que hemos leído, Servandín, pertenece a la antología Cuentos Republicanos (Taurus, 1961; Menoscuarto, 2009). Se trata de un cuento de infancia, en el que se trata la inconsciente crueldad de un niño que vende a Servandín, otro niño de su clase, el derecho a jugar con su balón a cambio de que le lleve a ver "el bulto" de su padre. El brevísimo cuento acaba en el comercio de ultramarinos del papá de Servandín, tras cuya cortina aparece mostrando su enorme y rosáceo bocio. Un triste intercambio de miradas entre Servandín, su padre y el niño narrador acaba con el inocente, exculpatorio y esperanzador comentario de Servandín de que a su padre lo van a operar. La mayoría de los lectores coincidió, más allá de la desazón que pudiera haberles provocado este cuento, que el autor había consegido plasmar con maestría, brevedad y simplicidad, un recuerdo de infancia narrado sin artificios ni moralejas, con la crudeza instintiva de los niños ajenos a los convencionalismos morales.

Julián Ayesta (1919-1996), diplomático asturiano, fue autor de obras de teatro, libros de cuentos y una breve novela, Helena o el mar del verano (Ínsula, 1952; Acantilado, 2000), de la que está sacado el relato leido: Almuerzo en el jardín. Se trata este, al igual que el anterior, de un cuento de infancia pero que se diferencia de aquel tanto en su estilo como en su contenido: una comida campestre y familiar durante un domingo de verano asturiano. El ambiente, risueño, distendido, feliz, salpicado de colores, sabores y olores que hacen de la escena un cuadro impresionista, nos es descrito por el recuerdo y la mirada de un niño que lo narra con su voz y las expresiones de su edad. La figura del sacerdote como invitado de excepción, la mención a las fiestas religiosas, las interpelaciones a los niños, todo nos da idea, sin acritud alguna, del peso social de la iglesia en esa época. Las bromas, los juegos de evocación histórica de los niños, las risas, consuman el cuadro bucólico que se ve repentinamente contradicho por la rotura de la silla del sacerdote que le provoca una herida de la que mana la sangre a borbotones y provoca la huida de los niños, acuciados por una culpa certera aunque inconsciente que, como en el cuento anterior, marca la diferencia (por su desconocimiento de las reglas de conducta) con el mundo de los adultos. El cuento es otro alarde de concisión narrativa envuelto en un marco intensidad colorista.

Carlos Clarimón (Zaragoza, 1920) escribió numerosas novelas policiacas y rosas bajo seudónimos en sus años jóvenes. Amigo de Rafael Azcona y de Mingote, fue guionista de radio, de estudios de animación y publicista. En 1961 publicó Hombre a solas (1961), dentro de la colección «Narraciones» que dirigió, para la editorial Taurus, Ignacio Aldecoa. En 1965 publica La muerte en los talones (ed. Tesoro) y en 1967 La trampa es incluida en la Antología de las mejores novelas policiacas. XI de ediciones Acervo. Es precisamente el relato Hombre a solas el que leímos y comentamos. Seguimos con el formato brevísimo (solo dos páginas) pero dejamos la infancia por la vejez y la muerte y un narrador omnisciente narra la tristeza y la desolación de un anciano que ve a su hijo dejar el luto por el traje gris del semiluto, cumplidos tres años de la muerte de la madre y esposa. Una descripción abrumadora, angustiosa y sofocantes, salpicada con bellísimas imágnes como la que describe los cristales desnudos, sin los visillos colgados por la madre ausente "con la huella de ese llanto ingente con que el cielo les lamió el polvo de ayer", o la del libro "caído de espalda, abiertos los brazos en cruz". Un relato vejez, amargura y rencor que no gustó a muchos por su tristeza pero que todos nos mostramos de acuerdo en destacar su factura.

Por último, comentamos brevemente los cuatro cuentos de Segi Pàmies que habíamos leído (La máquina de hacer cosquillas, La otra vida, Monovolumen, Escabeche) con ocasión de la charla que iba a tener lugar con la presencia de este gran autor de cuentos en torno al tema de "Brevedad y cuento" en el Instituto Cervantes de Toulouse el lunes 24 de enero a las 18.30.

viernes, 17 de diciembre de 2010

El apóstol Santiago, el dolor de un niño y la corrida del Gallego


En el comienzo de nuestra tertulia comentamos el breve cuento de Álvaro Cunqueiro:
En el “tiempo alegre de abril” una barca de luz y perfume con los restos de Santiago remonta el Ulla y llama la atención de los salmones que la acompañan para el desove. De los huesos del apóstol brota su imagen que hace uso del don de lenguas para predicar la Buena Nueva. El apóstol habla y entiende en arameo, los salmones, atlánticos y gallegos, en su “parla natal”: les pide despreciar su cuerpo y fijarse en su alma limpia y generosa, que se beneficia de su rica carne, lo que les hace tocar la soberbia, siendo devorados en justa penitencia y haciendo felices a los que los devoran. Les pide alegrarse de su vida libre en largas vacaciones atlánticas para volver a su río como Ulises a su país natal. Les pide resignación y sacrificio, ayudando con su carne y su grasa al esfuerzo humano, sobre todo de aquel peregrino que se dirija a Compostela. Los salmones se fueron “dispuestos a vender cara su vida en el río, pero como juego, y dando por aceptada la derrota y subsiguiente pase a fogones”.

Comentando el cuento, algunos lectores expresaron su dificultad para comprender el tema último del mismo, para “meterse” en la historia. Unos vieron en él una crítica a la llamada religiosa hacia la resignación y el sacrificio, considerándole incluso irreverente, otros no vieron más que un “divertimento”, una transposición cómica de la leyenda de la deriva de los restos mortales del apóstol Santiago en tierras gallegas.

Mucho mayor fue el acuerdo sobre el segundo cuento, el de Alonso Zamora Vicente “La primera muerte”. Una pequeña obra maestra en su contenido y en la forma. El cuento narra el viaje familiar de unos hermanos madrileños en los años veinte del pasado siglo, al hospital donde acaba de morir la madre de todos ellos. El viaje en tranvía hasta el Hospital Central de Carabanchel es descrito por el menor de los hermanos que no comprende la tragedia del momento, el dolor de su padre y sus hermanas, la constante ser apartado de la habitación donde yace la madre y el extemporáneo cariño y piedad que los demás tienen hacia él. La narración intercala el estilo directo de las reflexiones y preguntas del niño y las cortantes contestaciones o los comentarios extraños de los adultos. Es una historia triste en el que el niño, en toda su ingenuidad y franqueza, y dentro de un absoluto desconcierto, sólo contempla el dolor físico que le producen esos zapatos nuevos que le han obligado a llevar para la ocasión.

Por último, también los lectores apreciaron el cuento de Cela, extraído de El gallego y su cuadrilla y otros apuntes carpetovetónicos: en un pueblo de la provincia de Toledo, en una tórrida tarde de agosto, El Gallego, Camilo por nombre, y su cuadrilla formada por el Chicha (cuarentón, grasiento, bizo y no muy alto), Cascorro (pequeño y sabio en el oficio, especialista en hacer que el novillo dé con su testuz contra el pilón) y Jesús martín, el puntillero, se disponen ha hacer el paseíllo y brindar una gran faena al respetable público. Los grotescos personajes protagonizarán una esperpéntica corrida en la que el miedo, la torpeza, las imprecaciones del alcalde y el alguacil, y una fatídica cornada darán con el Gallego en la enfermería, desde donde se oirán los gritos de indignación de un público escandalizado por la tremenda tortura a la que es sometido elnovillo por parte del subalterno Cascorro.

Se puso de relieve la gran capacidad de Cela para retratar, con comicidad y crudeza, con humor y tremendismo, esa España castiza de hablar llano y maneras toscas, de la que se hizo cronista en muchas de sus obras.

Acabamos la reunión felicitándonos las fiestas y dándonos cita para el miércoles 19 de enero a las 15.00.

jueves, 9 de diciembre de 2010

En diciembre leemos a Cunqueiro, Zamora Vicente y Cela


El próximo miércoles 15 de diciembre tenemos nueva sesión del Club de Lectura de la biblioteca y comentaremos tres relatos breves:


- Epístola de Santiago Apóstol a los salmones de Ulla, de Álvaro Cunqueiro

- La primera muerte, de Alonso Zamora Vicente, y por último

- El gallego y su cuadrilla, de Camilo José Cela.


Recomendamos, como siempre, leer como mínimo cada cuento dos veces y si son tres, mejor.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Leyendo a Tomás Borrás, Edgar Neville y Miguel Mihura.


Fuimos muchos los asistentes (22 de 24 inscritos) y tuvimos que dosificar las intervenciones, lo que no impidió que disfrutáramos de esta primera sesión del club de lectura. En una primera ronda de opiniones, la mayor parte de los lectores definió como conmovedor el cuento”El perro de la obra”, profundo y desazonador “Fin” de Neville y cómico “El amigo de él y ella” de Mihura.

Así, empezamos comentando brevemente la obra del hoy casi desconocido escritor y periodista Tomás Borrás (1891-1976). En el prólogo, el antólogo Medardo Fraile reconoce que lo incluyó en su colección de cuentos porque, a pesar de haber sido escrito "El pero de la obra" en 1935, nos transporta perfectamente a esa España de la posguerra, llena de solares sucios, en perpetuo “estar en obras”, con albañiles gritones a la intemperie. El cuento describe un mundo de personajes humanos y caninos crueles y egoistas dentro de un escenario de desolación y penuria. Es la historia de un joven “tuso” que aparece desvalido en la calle y desempeña la labor de “vigilante” mientras transcurren las obras de un edificio, para acabar, a su vez, expulsado de su efímero y precario dominio. En él se entremezclan las frases cortas, informativas y concluyentes, con el lenguaje familiar del narrador, el lenguaje coloquial de los albañiles y las reflexiones sinceras del perro protagonista como si de un ser humano se tratara. Todo ello permite mostrar, sin afectación, un panorama triste y cruel, muy en la línea del realismo social que tan corriente sería en la narrativa española de las décadas posteriores.

“Fin” de Neville, es un cuento transgresor (quién se habría atrevido a ello en esos tiempos) que fue publicado en la revista Sí en diciembre de 1942 y que le supuso al autor la prohibición de publicar durante dos años. Es un cuento apocalíptico en el que la humanidad desaparece, dejando como únicos habitantes a las cosas y a una joven parisina de “mala vida” quien, en un intento de huida desesperada, se dirige a oriente pasando por Estambul (donde recoge al otro único superviviente: un profesor de historia luterano) para llegar a la confluencia del Tigris y el Éufrates, donde un bondadoso Dios les invita a pasar al Paraíso. Este cuento está brillantemente plagado de metáforas, de imágenes e, incluso, de verdaderas greguerías (humorismo + metáfora = greguería): “La tierra se puso nerviosa”, “las cosas esperaban al hombre…destemplándose”, “volaban frases…y sombras de cuerpo”, “las alcantarillas daban el último suspiro”, “el despertador aguardaba el momento de dar su broma”, “a las ciudades muertas les crecía la barba”, “su tic-tac eran los puntos suspensivos de la palabra vida”, “los cartones de los precios eran las esquelas de las cosas”, “las campanas parecían bailarinas ahorcadas"... Todo ello crea un ambiente desolado y desolador, trágico e inquietante, barnizado con un fino humorismo. La ingenua irreverencia de la protagonista, la simple y disoluta Susana (que se desnuda en la plaza de la Ópera, se viste con un abrigo de pieles y se lanza a la carrera con un coche abandonado), contrasta con el serio profesor de historia alemán que, insinuante, le propone no dejar por acabada la especie humana. El punto final lo pone un Dios anciano, bondadoso, olvidadizo e indulgente; un Dios de cuchufleta. Un cuento sin duda excepcional en el fondo y en la forma.

“El amigo de él y ella” es un cuento de una clara teatralidad en la que los tres personajes, Adán, Eva y el señor Jerónimo, con bigote y siempre en pijama, protagonizan una situación que retoma el tema del Génesis y, con menor profundidad, crea un sainete afable con la introducción absurda de un personaje cómico, banal y extemporáneo que, ante la necedad y el candor de “Él”, acaba casándose con “Ella” y llenando el paríso de chiquitines, ante el disgusto de una espectadora serpiente.

martes, 19 de octubre de 2010

Borrás, Neville y Mihura para nuestra primera cita cuentística


Queridos lectores,

Para nuestra cita del miércoles 24 de noviembre, los emplazo a la lectura y comentario de estos tres cuentos:

- "El perro de la obra", de Tomás Borrás, p. 63
- "Fin", de Edgar Neville, p. 87
- "El amigo de él y ella", de Miguel Mihura, p.102

Nuestra cita será el miércoles 24 de noviembre a las 15.00 h.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Estamos de vuelta: inscripciones para el curso 2010/2011



Se abre el período de inscripciones al Club de Lectura para el curso 2010/2011. El número de plazas será de 20 y el único requisito es estar inscrito en la biblioteca del Instituto Cervantes de Toulouse.

Este año leeremos el libro Cuento español de posquerra: antología, edición de Medardo Fraile (Madrid: Cátedra, 1986) y la propia biblioteca se encargará de suministrar los ejemplares.

Inscripciones: hasta el 15 de octubre de 2010 en la Biblioteca del Instituto Cervantes (31 rue des Chalets, 31000 Toulouse) o enviando un correo electrónico a bibtou(arroba)cervantes.es

Las sesiones del Club tendrán lugar un miércoles al mes de 15.00 a 16.30.

La primera cita la fijamos para el miércoles 24 de noviembre.

Un club para lectores en español

El Club de lectura es un espacio de encuentro de lectores, abierto a todos. Es una puesta en común de impresiones, opiniones, conocimientos y experiencias. Nos reuniremos una vez al mes y comentaremos un cuento, un relato o un artículo que habremos distribuido previamente.


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