martes, 14 de junio de 2011

Útimo cuento del año: La lengua de las mariposas


Mañana miércoles día 15 de junio, a las 15.00, nuestra última cita del club antes de las vacaciones tendrá como texto de comentario y debate el relato de Manuel Rivas "La lengua de las mariposas", perteneciente a su obra ¿Qué me quieres, amor?

Buena lectura

miércoles, 25 de mayo de 2011

Comentando un cuento de emigración española


El cuento del escritor gaditano Fernando Quiñones resultó de difícil comprensión para muchos de nuestros lectores por la profusión de localismos y por el carácter coloquial de la protagonista del mismo, una mujer emigrante que relata a otra compatriota recién llegada las vicisitudes que han tenido que afrontar en Alemania. El relato se ve salpicado, a modo de contrapunto, por breves y poéticas descripciones de la vida del pueblo gaditano del que proviene la protagonista, que contrastan con lo popular del diálogo de las dos mujeres. En esas descripciones aparece a oscuras, aletargado y dormido, el armario y la habitación que lo cobija. Armario que fue rescatado de la dilapidación por la protagonista y que podría representar el alma de la mujer que se ha quedado en España

Juani, que así se llama la protagonista, relata la difícil decisión familiar de marcharse, la poca integración social y nula comprensión de la lengua, su opinión sobre la comida local y el acopio de víveres españoles como el pan de pueblo y el aceite de oliva. Su interlocutora, la recién arribada Aurori, se ve animada por una Juani que, si bien cuenta excelencias de la capacidad adquisitiva conseguida (que le permite compara un transistor, la cocina, la lavadora e incluso un coche de segunda mano, verdadero símbolo de triunfo social), no puede disimular su tristeza por el hijo dejado en España y, sobre todo, por la frustración de su marido que se deprime lejos de la tierra natal y que tiene accesos de cólera cuando se refugia en el alcohol, ya sea en casa, ya sea en la Peña Española, donde en la pasada Navidad protagonizó un altercado ante el cónsul de España. Se trata, en suma, de una historia de emigración que enlaza con el tema de la falta de perspectivas económicas de una España y de la falta de libertad política que forzó a cientos de miles de trabajadores a cruzar los pirineos desde 1960.

Con este cuento acabamos nuestras citas en las que hemos comentado cuentos de la posguerra española recogidos por la antología de Medardo Fraile en Cátedra. Nuestro próximo cuento, con el que acabaremos la temporada, será “La lengua de las mariposas” de Javier Rivas.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Un cuento de Fernando Quiñones


Hoy miércoles 18 de mayo a las 15.00h, tenemos una nueva cita del club de lectura en la que comentaremos el cuentro El armario de Fernando Quiñones. Es un cuento de emigración española en Alemania en el que la protagonista, una mujer gaditana le cuenta a otra compatriota, recién llegada, cómo es su vida de emigrante.

viernes, 15 de abril de 2011

Más cuento de posguerra: el caballo muerto, una historia sórdida y el camión de la basura


De los tres cuentos que teníamos por comentar, Los caballos, de Jorge Ferrer Vidal (Barcelona, 1926 - Madrid, 2001) fue el que más gustó por su poética crudeza, por la terrible humanidad de los personajes y por el dramatismo de la historia. El cuento narra en un breve espacio de tiempo la muerte súbita del caballo durante la labranza, el dolor del joven que lo monta y la resignación del padre que, sonriente, acepta el infortunio y decide tomar el lugar del caballo tirando del arado.

En él, aparte del polvo omnipresente, son constantes las referencias a los diferentes flujos de los personajes: al salivazo del padre, a la sangre de la herida del hijo, al sudor de ambos, a la “espesa saliva verde” del caballo muerto. En ese paisaje desolado, el padre sonríe con resignación y estoicismo, consuela al hijo que nació el mismo día del caballo y que, por tanto, es considerado por aquel como un hermano. La muerte del caballo se suma a otras ya acaecidas, como el de la madre y del hermano pequeño, y ante toda esa adversidad, el padre acepta su destino con frases consolatorias como “Lo que tenemos que hacer es seguir adelante…aprender a llevar la mancera…es fácil” (el arado como metáfora de la propia existencia). El relato acaba con un breve atisbo de esperanza cuando padre e hijo vuelven a la humilde casa, a la oscura madriguera donde encontrarán sombra y frescor, huyendo del sol exterior que “atormenta” y “resquebraja”. Un cuento bellísimo a la altura del mejor Rulfo lo que prueba que una buena historia bien contada no es específica de un lugar o un periodo concreto.

El segundo cuento que comentamos fue El último amor, de Juan García Hortelano (Madrid, 1928 - 1992). Se trata de una historia contada en primera persona por una mujer italiana que acoge, por exigencias de una organización a la que pertenece su pusilánime marido, a un activista que se dedica esconderse y, de vez en cuando, cometer robos. La presencia del “invitado” se hace cada vez más insoportable a medida que la mujer se va dando cuenta de su misterioso oficio y se convierte en trágica cuando este viola repetidamente a su huéspeda. La historia se inicia con los afanes de la mujer por limpiar, como si de un rito purificador se tratase, toda la casa tras la marcha del invitado. A partir de ahí, poco a poco, la historia nos va siendo narrada a retazos, sugerida. El cuento acaba con la afirmación de que, a pesar del asco, el rechazo y el odio por el hombre, su acoso “embrujó el camino de mi cansado cuerpo hacia la vejez”, en lo que suponemos que los sentimientos de su espíritu y las sensaciones de su cuerpo no fueron a la par.

Por último, leímos el cuento Apenas nada, del escritor murciano Alfonso Martínez-Mena (Alhama de Murcia, 1928 - Madrid, 2010), que describe, como buen exponente del realismo social de la época, una escena de plaza de pueblo en el que volvemos a encontrarnos el onmipreste polvo que se torna aquí lodo y suciedad. La narración en tercera persona va enfocando, como una cámara que va ensanchando o recortando el angular, a un grupo de mujeres y jóvenes con los cubos de basura, los perros que corretean, el único grifo del lugar, la manguera pisada a continuación por el camión de las escorias, las mujeres que compran esas escorias… Tras ello la atención se fija en la televisión y se hace un exhaustivo inventario de las noticias de la época: de un año 1967 en el que Jacqueline, Nixon, Johnson, Kissinguer, Orantes, la reina Victoria Eugenio y el Real Madrid eran protagonistas, pero en el que también había notas discordantes como el conflicto de los MIR, un motín de curas y la palabra huelga que empezaba a aparecer en la prensa escrita. A continuación, el narrador aparece y se identifica como la persona que, desde la taberna, filma visualmente las imágenes y que se sincera con el lector comunicándole su hastío, su inmenso asco por todo: por el bocadillo que come, por los cubos de basura, por el lodo omnipresente y por el agua que parece ya sucia antes de tocar el suelo. El gran camión de la basura pone punto final al relato llevándose los desperdicios mientras el narrador piensa que debería llevarselos a todos.

lunes, 11 de abril de 2011

El miércoles 13 de abril, nueva cita del Club de Lectura


En nuestra nueva cita de pasado mañana miércoles 13 de abril, a las 15.00h, comentaremos los siguientes cuentos:

- Los caballos, de Jorge Ferrer Vidal
- El último amor, de Juan García Hortelano
- Apenas nada, de Alfonso Martínez-Mena

Buena lectura.

jueves, 17 de marzo de 2011

Esperando con José Amillo y felices con Ana María Matute


Los dos cuentos comentados reprodujeron, cada uno a su manera, con su estilo particular, dos temas recurrentes: el de la pérdida del ser amado y el de la locura.

En el primer cuento, “La espera” de José Amillo, su joven protagonista, Miguel, se despierta en su cuarto en una total apatía en el día en que su amada promete reunirse con él en Madrid proveniente de una ciudad de provincias en la que deja marido y familia. Miguel acude a Atocha y allí, mientras espera la llegada del expreso de Andalucía, conoce a un viejo que le incomoda contándole que espera la llegada de su hija que se marchó con un hombre asfixiada por la negativa paterna a aceptarlo. Este personaje supone el contrapunto en edad y en actitud a Miguel, lo que le hace despertar en él el ansia de encontrarse con Rosa.

El cuento está escrito con una gran técnica formal, introduciendo los diferentes momentos (o actos: 1 – en la habitación, 2 – en la estación, 3 – en el taxi ) con un estilo pleno de epítetos que dan color y calor a los escenarios en los que se desarrollan ya los pensamientos del protagonistas, ya los diálogos.

El círculo narrativo se cierra cuando Rosa, con Miguel en el taxi que les conduce a su nuevo hogar, le confiesa que le había atormentado la imagen premonitoria que había soñado de un Miguel apático e indiferente a su llegada.

El segundo cuento, "La Felicidad" de Ana María Matute, aunque menos elaborado que “La espera”, impactó más a la mayoría de los lectores de nuestro Club. El relato describe la llegada de un joven médico a un pequeño pueblo de la España rural de la posguerra española. Lorenzo, que así se llama el médico, es alojado en casa de Filomena, mujer que es considerada loca (“Se le ponen humos dentro de la cabeza y dice despropósitos” ) … pero “limpia, pacífica y muy arreglada”. En su casa (“todo era pobre, limpio, cuidado”), Lorenzo conoce el amor entregado de la mujer por su hijo de trece años que está aprendiendo el oficio de zapatero en otra localidad y la profunda felicidad que se desprende de ella. El protagonista “empezaba a sentirse lleno de una paz exteraña, allí, en aquella casa”. “Cuando se acostó en la cama de Manuel [el hijo de Filomena]… le pareció que la felicidad – ancha, lejana, vaga – rozaba todos los rincones de aquella casa, impregnándole a él, también, como la música…” La fascinación por la mujer y la defensa que hace Lorenzo de ella al alguacil del pueblo, que la tilda de loca, se rompen, al final del cuento, cuando este último le confiesa que el hijo de Filomena murió de meningitis cuatro años atrás.

En este bello cuento de Ana María Matute, extraído de Historias de Artámila, aparece el tema de la locura como refugio a las penalidades de la vida, el del amor de la madre por el hijo y el de la búsqueda de la paz interior en el contexto rural.

Al final de nuestra tertulia nos sorprendimos los unos a los otros elucubrando diferentes secuelas al descubrimiento del joven médico sobre la verdadera historia de la madre loca ¿Seguiría Lorenzo viviendo con Filomena? Y si así fuera ¿seguiría experimentado esa felicidad serena que le había colmado esa primera noche de convivencia?

miércoles, 9 de marzo de 2011

Nueva cita del Club el miércoles 16 de marzo


La próxima cita del Club de lectura tendrá lugar el próximo miércoles 16 de marzo a las 15.00 h. y comentaremos los siguientes cuentos:

- "La espera", de José Amillo

- "La felicidad", de Ana María Matute

Hasta la semana que viene

viernes, 18 de febrero de 2011

El regreso de Carmen Laforet y dos cuentos de infancia


Volvimos a tratar en esta última sesión de nuestro Club del tema de la infancia en dos de los tres cuentos leídos. En "Tinajilla", de Lauro Olmo, un narrador adulto rememora sus años escolares y las figuras de su compañero de clase, Sabañón, y de su hermano pequeño protagonista del cuento, Tinajilla, que debe su nombre al hecho de que su madre lo dejara solo dentro de una tinaja cuando se ausentaba. Encierro este que se mantuvo vigente hasta el día en que se rompió la tinaja como la cáscara de un polluelo. En este cuento se evoca la figura autoritaria y falta de humanidad del maestro, don Ramón, aunque en un tono indulgente y gracioso que el paso de los años le ha hecho adoptar al narrador. Además, destacamos en nuestra tertulia los conceptos de mutua protección y solidaridad entre los dos hermanos, Sabañón y Tinajilla, que pueden suponer un contrapunto de esperanza a la precariedad y la dureza del ambiente social en el que se desarrolla la historia. Aprovechamos para dar a conocer entre nuestros lectores la figura de Lauro Olmo, gran autor teatral con obras relevantes de la escena española del S. XX como La camisa o El cuarto poder, y que sufrió especialmente las restricciones de la censura franquista.

El segundo cuento de carácter infantil es el de Manuel Pilares, escritor y guionista cinematográfico prolífico en las pantallas de los años 50 y 60. En él se describe el trato cruel que tienen los compañeros de un niño gordo propietario de un balón, quien decide “suicidarlo” (al balón) tirándolo (desinflado, para que no sufra ni vuelva a él) por el Viaducto madrileño. El narrador presencia la escena y decide interponerse por temor a que sea el niño el objeto de suicidio. La escena y el cuento acaban con el niño que llora, sumido en un estado de zozobra y angustia, y todo un grupo de transeúntes que intentan consolarlo haciendo una colecta para comprarle un nuevo balón.

El último cuento que comentamos, "El regreso", de Carmen Laforet, narra la historia de la vuelta a casa de un padre de familia que abandona el manicomio donde ha estado ingresado durante los últimos dos años y donde, ya curado desde hace meses, ha recobrado la alegría de vivir libre de la pobreza y el hambre de la etapa anterior a su locura. Es un cuento perfectamente construido con un personaje de gran profundidad psicológica y un desenlace paradójico y desolador, como es la vuelta a casa el día de Navidad y el previsible retorno a la precariedad económica (se supone que la “señoras” de la beneficencia que han ayudado a su familia dejarán de hacerlo con el padre ya curado) y el más que probable desmoronamiento moral del protagonista, angustiado por el retorno a las antiguas y apremiantes responsabilidades como padre. Un cuento muy triste en el que nos reencontramos con el tema de la inadaptación de la persona con el mundo que le ha tocado vivir, un mundo tan duro como el descrito ya por la joven Laforet en su antológica obra Nada: mediocridad, oscuridad, precariedad, hambre..
Fue una ocasión para hablar de esta gran escritora, hacerla conocer a aquellos lectores que no la habían leído y aprovechar para que varias de su obras o su biografía recalaran en las casas de muchos de ellos.

viernes, 11 de febrero de 2011

Cita con Carmen Laforet, Manuel Pilares y Lauro Olmo


El próximo miércoles 16 de febrero, en el Instituto Cervantes de Toulouse, tendrá lugar la cuarta cita del año de nuestro Club de Lectura. Los cuentos que comentaremos serán:
  • El regreso, de Carmen Laforet
  • Ese niño gordo a quien sus padres compraron un balón, de Manuel Pilares
  • Tinajilla, de Lauro Olmo
¡Hasta el miércoles pues!

Un club para lectores en español

El Club de lectura es un espacio de encuentro de lectores, abierto a todos. Es una puesta en común de impresiones, opiniones, conocimientos y experiencias. Nos reuniremos una vez al mes y comentaremos un cuento, un relato o un artículo que habremos distribuido previamente.


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