Acabamos nuestro viaje anual a través del cuento con un charla por videoconferencia con el escritor y
traductor Ramón de la Vega. Leímos dos cuentos largos de su libro publicado en 2005: Diario de un presentimiento", que da título al libro, y "Regreso a la isla".
Los dos tienen en común su adscripción al género fantástico.El primero, "Diario de un presentimiento", es el relato íntimo y atormentado de un joven que siente la proximidad y la aparición de un espíritu que, a lo largo de las semans, lo va acosando, cercando, hasta el punto de aparecérsele directamente en su propio apartamento. En él, el autor consigue un clima de angustia que provoca un cierto malestar en el lector y su final abierto, críptico podríamos decir, nos deja en un estado de una relativa extrañeza.
El segundo relato, "Regreso a la isla", fue claramente objeto de la prefernecia de nuestras lectoras. La historia, no exenta de romanticismo, del reencuentro del primer amor más allá de la muerte del protagonista y la hipótesis de que, tras la muerte, existe un periodo etéreo "susceptible a las corrientes de aire" que permite al espíritu vagar y terminar de "culminar" o "consumar" los asuntos inconclusos de la vida (en este caso, un último encuentro con el primer amor) antes de la desaparición definitiva, fueron dos argucias narrativas que gustaron mucho en el grupo de lectores.
Los dos relatos están escritos en primera persona. En "Diario de un presentimiento", el protagonista sufre la influencia del ser fantasmagórico; por el contrario, en "Regreso a la isla", la voz narrativa es la del espíritu que se pone en contacto con su amor de adolescencia, entabla una relación mental con ella e influye en su comportamiento.
Durante la sesión, pudimos plantear algunas dudas y muchas preguntas al autor, quien nos contestó con generosidad y entusiasmo, compartiendo con nosotros el origen de sus relatos, su motivación y los aspectos pesonales que evocaron estas dos curiosas historias que tuvimos el placer de comentar con él.
Nuestro club se despide hasta octubre de 2018.
Hasta entonces ¡buen verano a todos!